Llegaron las golondrinas mientras estábamos arreglando la casa.

A pesar del ajetreo y ruido que suponen unas obras, decidieron construir su nido en una de las vigas de la cocina. No había forma de sacarlas de allí. Les gustaba mucho la casa.

Cuando acabaron la cría, colocamos las ventanas, al año siguiente se instalaron en la zona de la piscina. Nos dejaron de regalo un nido, que da nombre a la casa.

Esperamos que os guste tanto como a ellas.

Tiene tres dormitorios, uno con cama de matrimonio, uno doble y otro individual.